Cómo dar un masaje relajante

Cuando estás nervioso, estresado o simplemente cansado una opción para relajarse es que alguna persona te dé un masaje relajante. Es cierto que para dar masajes hay que tener conocimientos de fisioterapia, sobre todo en casos de lesiones. Sin embargo, no hace falta ser un experto para hacer sentir bien a esa persona que está agarrotada y con los nervios a flor de piel.  Tan solo hay que seguir unos pocos pasos  y ponerle mucho cariño y seguro que le ayudarás a sentirse mucho mejor.  Vas a hacer que se relaje y que se sienta mucho mejor.

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Hay infinidad de técnicas,  pero en este artículo te vamos a dar unas nociones básicas muy sencillas que podrás poner en práctica sin ninguna dificultad.

¿Que necesitas para dar un masaje relajante?

  • Una camilla (si no tienes basta con un lugar donde pueda estar tumbado).
  • Aceite de almendras o crema (que ayude a resbalar las manos, pero sin echar demasasiado). Te recomendamos Los 10 Mejores Aceites para Masajes
  • Toalla (con la que cubrir a la persona que vamos a masajear).

Cómo dar un masaje relajante

Instrucciones para dar un masaje relajante

  1. Haz que la persona a la que vas a masajear se descubra de cintura para arriba y  se tumbe boca abajo en una camilla, en caso de no tenerla un sofá o una cama sirven.
  2. El ritmo: Hay que seguir un ritmo continuado, esperable de manera que la persona sepa que es lo que va a venir después.   Haz pocos cambios en la intensidad  y en el ritmo,  este ayudará al cerebro  a relajarse.
  3. La respiración ha de ser suelta y debes estar relajado para dar el masaje. Siempre escucha la respiración de la persona a la que estás dando un masaje.
  4. Cuando estás dando un masaje siempre tienes que tener la intención de proporcionar bienestar, de hacer sentir bien a la persona.
  5. Echa un poco de crema en las manos.
  6. Extiéndela en tus manos y frota una contra otra para calentar la crema.
  7. A continuación distribuye la crema por la espalda de la persona haciendo un vaciado. Primero extiende la a los costados haciendo círculos en la zona de la cintura y luego subiremos a los hombros.
  8. Las manos siempre tienen que estar en contacto con la persona, llevando las manos desde  dentro hacia afuera recorriendo toda la espalda desde los hombros a la cintura.
  9. Lleva un ritmo lento, pausado.
    Cómo dar un masaje relajante
  10. Cuando llegues a la zona de las vértebras, llévalas un poco más allá de la espina dorsal y con la otra mano añadimos un poco de peso y fuerza. Recuerda en esta zona ponemos una mano y la otra apoyada sobre todo en el dedo pulgar y vamos apretando, pero sin llegar a aplastar. Lleva las manos de arriba hacia abajo. En este movimiento puedes jugar con la intensidad de un poco más fuerte a más suave.  Hacemos de dos a tres minutos en un costado y lo mismo en el otro costado.
  11. Coloca los dedos índice y corazón en forma de “V” a ambos lados de la espina dorsal.  Extiende la mano desde la zona baja de las lumbares hasta la zona de las cervicales.
  12. Ahora apoya la otra mano encima para aumentar un poco la presión, abandonando la mano que apoya a la altura de los hombros. En la zona de las cervicales no es necesaria esa presión. Llega hasta la nuca.  La presión ha de ser sostenida, pero no tiene que ser dolorosa. Haz poca presión, que sea floja. Quizá suene algún pequeño crujido, pero no pasa nada.  Eso es que se ha movilizado alguna costilla o vértebra. Haz entre 20 ó 30 repeticiones de este movimiento.
  13. Fija el antebrazo en una nalga y el otro antebrazo sube hacia arriba dejando caer peso y salimos por la zona de la axila.
  14. Ahora vamos a trabajar la zona lumbar mete las manos por debajo que toquen un poco el abdomen. Recuerda una mano sobre otra y subimos hasta la espina dorsal muy lentamente. Lleva todos los dedos juntos no hay que clavar los dedos, ni uno más que otro. Todos deben ir a la par con la misma presión.  Ve con cuidado porque esta zona puede ser un poco dolorosa.
  15. Aplica este mismo movimiento al reborde de la zona costal, es decir, hasta ahora lo estábamos haciendo en horizontal, ahora cambiamos a oblicuo con lo que salimos un poco más arriba en la espina dorsal.
  16. Realiza estos dos últimos movimientos en el otro lado de la espalda.
  17. Para terminar nos colocamos en la cabeza de la persona  y con las manos vamos a bajar desde la espalda hacia la zona de los glúteos. Para ello colocamos las manos a ambos costados de la cintura y deslizamos las manos muy despacio.
  18. Ahora lo vamos a hacer desde la zona de los omoplatos hasta la zona de la pelvis abarcando toda la espalda  y las manos vuelven por los laterales. Cuando bajamos arrastramos la punta de los pulgares que se deslizan por la espina dorsal y el resto de las manos abarcan los costados de la espalda. Cuando llegues a la zona de los glúteos con la palma de las manos tracciona la zona.

Consejos para dar un masaje relajante

  • Si observas que la está aguantando la respiración o que ésta no va fluida quiere decir que estás haciendo el masaje demasiado fuerte o la persona está defendiéndose.  Entonces tienes que preguntar si le estás provocando dolor y en el caso  segundo ir convenciéndole de que se vaya soltando. Por ejemplo, que suspire.
  • Piensa hacer con las manos aquello que te gustaría que te hicieran a ti.
  • A veces podrás ocasionarle un poco de dolor, pero está totalmente prohibido causar mucho daño.
  • Pregunta a la persona de vez en cuando cómo se siente, cómo te va. Vigila que su respiración sea fluida.

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