Cómo hacer manicura francesa

La manicura francesa también se conoce como la francesita; si te quieres hacer esto para que tus manos luzcan bonitas, pero no dispones del dinero suficiente para ir a un centro de belleza o si necesitas reducir el tiempo, nosotros te enseñamos cómo hacer manicura francesa y obtener bonitos resultados.

Este tipo de manicura se está haciendo desde el principio del siglo 20, pero hoy en día sigue sin pasar de moda y es muy popular gracias a la sencillez y a que proyecta naturalidad y elegancia; se convierte entonces en el estilo ideal que nos servirá para todas las ocasiones y combina perfectamente con lo que llevemos puesto.

La manicura tuvo su origen en París y es aquella que consiste en mostrar el rosado de las uñas con unas puntas de color blanco, por ello se dice que es muy natural; las puntas se deberán pintar de blanco, mientras el resto con un pintauñas (esmalte, barniz) de color rosado claro o uno incoloro.

Estos dos artículos seguro que los encuentras interesantes: Cómo Decorar Uñas Naturales y Cómo Pintarme las Uñas

Prepara todos los  materiales que vas a necesitar para hacer manicura francesa.

Empieza reuniendo todo lo que necesitas; en el mercado puedes encontrar kits ya hechos para hacer este tipo de manicura, que consiste básicamente en un esmalte de color rosado para darle el color natural, otro esmalte blanco para pintar las puntas y unas tiras guías; pero puedes encontrar tonos que más te gusten si decides comprarlos por separado. También necesitarás de una base y de una prebase para que te tus uñas te duren pintadas de este modo por más tiempo. Un utensilio que no te podrá faltar es un palillo de naranjo y también un aceite para las cutículas.

Quita el esmalte viejo

Para preparar las uñas lo primero que debes hacer es quitar los restos de esmalte que puedas tener en ellas; hazlo con un quitaesmalte; como recomendación te decimos que consigas uno sin acetona, pues este componente puede hacer que las uñas se resequen y se estropeen.

Limpia bien tus uñas

Debes asegurarte de que tus uñas queden totalmente limpias, puedes usar una solución a base de zumo de limón,  humedecer tus uñas en él y luego cepillarlas.

Lávate tus manos

Aplica un suavizante para la cutícula, luego procede a lavar tus manos con agua tibia y luego mete tus manos en remojo (agua tibia con jabón) durante cinco minutos, para que de esta manera las cutículas se vuelvan más blandas, pasado este tiempo enjuaga tus manos, toma una toalla y seca tus manos y tus uñas.

Palillo de naranjo

Toma el palillo y con suavidad comienza a empujar todas tus cutículas (no las vayas a cortar, no es recomendable); es importante que sepas que no tiene por qué doler y que es bueno que esterilices tu palillo con alcohol antes de su utilización. Si de pronto ves un pellejo salido deberás cortarlo, pero con sumo cuidado.

Exfoliar las manos

Luego procede a exfoliar tus manos con una mezcla de crema para manos y azúcar, hazlo con suavidad hasta tus muñecas; a continuación enjuágate con agua tibia y después aplícate una loción para manos, que sea humectante.

Suaviza la superficie de tus uñas

Púlelas con un pulidor.

Limado de las uñas

Ahora límate las uñas con la forma de tu preferencia; el limado siempre debe ser hacia un mismo lado, empezando desde adentro y no como un serrucho, pues si no lo haces así, tus uñas se podrían quebrar. En este tipo de manicura es recomendable dejar las uñas un poco largas.

Aplícate una base endurecedora

Aplícate en las uñas una base endurecedora que tenga vitamina E, para que así cuides tus uñas y no se pongan blandas o se descamen. Hazlo dese el interior de tu uña hacia afuera, primero el centro y luego los lados, debes dejar que se sequen totalmente.

Aplicación del esmalte rosa

Ahora aplícate el esmalte de color rosado, elige un tono que sea lo más natural posible, deja secar y  luego aplica una segunda capa, después deja secar de nuevo y aplica una tercera. Las capas deben ser finas y hacerse varias veces por ser un color muy claro. Hay que hacerlo de la misma forma, comenzando desde la parte de  adentro hacia afuera, empezando primero en el centro y luego en los lados; se recomienda hacer cada capa con tres pincelazos.

Aplicación del color blanco

Es hora de que pintes tus puntas con el blanco, o sea la raya que es la característica principal de este estilo; esta podría ser la parte más complicada si tuvieras que hacerlo a pulso, pero para eso existen las  etiquetas o tiras guías, pon una sobre cada una de tus uñas, dejando el espacio que quieres que quede pintado de blanco y mirando que en todas haya la misma distancia.

Toma tu barniz (pintauñas, esmalte) blanco y empieza a pintar las puntas y luego espera a que éstas se sequen muy bien; ya puedes retirar las tiritas y te darás cuenta que las líneas te habrán quedado perfectas.  Es mejor utilizar herramientas guías para hacerse el francés, ya que si la línea blanca no queda muy precisa, no dará esa elegancia y no se verá bonita. Ahora, si tu cuentas con un excelente pulso o con mucha práctica, puedes prescindir de las guías, pero si estás empezando es casi que obligatorio.

La línea debe coincidir con la forma que tiene tu uña, por eso las plantillas que contienen pegatina vienen con una forma curva, o sea que son más definidas, igual si no tienes, no importa, opta por usar tiras pequeñas de cinta adhesiva o de celo. Es mejor si lo haces con un pincel de cerdas muy finas.

El brillo

Este sería el toque final; echa un esmalte que sea especial para darle brillo a tus uñas y para que también el mismo te ayude a que te dure más tu manicura. Como los brillos dan un color transparente, no afectará en lo absoluto el color que ya tienen tus uñas.

Retoque

Si ves que te quedaron algunos restos de barniz por fuera de tus uñas, toma un pomo de algodón (que sea especial para oídos), empápalo en quitaesmalte y quítalos.

Variantes al francés

Hay otras variantes a este tipo de manicura que son bastante parecidas y que el proceso por ende es muy similar; entre esto encontramos por ejemplo que tenga dos líneas blancas o cambiar el blanco por otro color.

La Ruffian es una manicura francesa pero invertida, o también hay otra donde se combinan varios colores, tanto para la línea como para la base.

Si eliges hacerlo bicolor para quedar un poco diferente, salirte de lo tradicional y ser más original, te decimos que tenerlo de este modo no hace que se pierda la elegancia que este estilo da; acá lo único que tienes que hacer es poner muestras más grandes, cuando hagas tu propio adhesivo o lo que vayas a utilizar para hacer la manicura; al hacerlo de un tamaño más grande podrás pintar cada parte de un color, puedes jugar como más te guste.

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